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sanguíneo. Sin embargo, para obtener los mejores resultados
posibles, debes prestar siempre atención a un par de cosas:
• Utiliza solo el aparato sobre una piel sana, nunca sobre
pieles lastimadas, infl amadas o dañadas por el sol.
• Desmaquíllate antes de iniciar la limpieza intensiva o el
tratamiento con el aparato ultrasónico.
• Puedes utilizar el aparato ultrasónico combinado o no
con productos de limpieza y cuidado. Además de para la
limpieza, el aparato ultrasónico también es perfecto para el
cuidado posterior de tu rostro.
Con el aparato ultrasónico puedes aplicar tus cremas,
sérums, etc. en las capas más profundas de la piel para
que puedan surtir efecto en ellas directamente.
• Durante el uso, asegúrate de que tu piel esté debidamente
hidratada o te hayas aplicado sufi ciente producto de
limpieza o cuidado. El transductor o el accesorio debe
poder deslizarse por la piel. Mi recomendación es que
primero apliques el tratamiento a una mitad del rostro y
luego a la otra.
• Utiliza el aparato con regularidad, pero asegúrate de que
tu piel tolera la aplicación. Al principio no debes utilizar el
aparato ultrasónico más de una vez por semana. Si tienes
una piel normal sin problemas podrás utilizarlo después
unas dos o tres veces por semana. No obstante, si tu piel
es más bien sensible y delicada, deberás limitar el uso
del aparato ultrasónico a una vez por semana y, en caso
necesario, intensifi carlo poco a poco para ver si tu piel lo
tolera. Ten en cuenta que un uso excesivo puede provocar
pigmentación e irritación de la piel.
