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Este aparato de gran potencia sirve para deshumectar el aire ambiental en piezas
típicamente húmedas como cuartos de baño, sótanos etc. y también para reducir
la humedad atmosférica en viviendas con el fin de crear un clima saludable en las
mismas.
Humedad atmosférica
El aire ambiental está siempre humedecido, unas veces más, otras menos, es decir con-
tiene agua aunque su temperatura sea menor que 0º C. La humedad atmosférica no es
la misma durante todo el año, sino que varía con las estaciones. Así, aumenta grande-
mente durante el primer semestre del año para después volver a disminuir.
Existen dos modos de indicar la humedad atmosférica. La humedad atmosférica abso-
luta se mide en g/m3 y es - con independencia de la temperatura - la masa del vapor de
agua contenida en un metro cúbico de aire. Ahora bien, más importante para las perso-
nas (y para todos los seres vivientes) es la humedad atmosférica relativa, que se expre-
sa en %. Este valor se halla en relación con el grado de saturación del aire, dependien-
te de la temperatura.
Así, por ejemplo, la humedad atmosférica absoluta de aire saturado oscila entre ~ 0,3 g
(a - 30º C) y ~ 55 g (a + 40º C). Los 0,3 g de vapor de agua en el aire equivalen a - 30º
C, a una humedad atmosférica relativa de ~ 100 %, pero a una temperatura de + 40º C
sólo equivalen a ~ 0,6 %. Dicho de otro modo: el aire de niebla de 0º C tiene absoluta-
mente sólo 4,8 g/m3, un valor que, con un aumento de temperatura a 20º C aprox., equi-
vale a un 28 % de humedad atmosférica relativa. De este modo, un aire humedecido
(niebla) se convierte en un aire muy seco.
35 a 50 % de humedad atmosférica rel. = (muy) seco
50 a 60 % de humedad atmosférica rel. = normal
60 a 98 % de humedad atmosférica rel. = húmedo (bochornoso)
Cuanto mayor sea la temperatura, más vapor de agua puede almacenar el aire.
La humedad atmosférica penetra mediante la ventilación normal en nuestras viviendas y
se deposita allí permanentemente. Cuando las temperaturas bajan en otoño e invierno,
el aire pierde cada vez más su capacidad de almacenar (guardar) humedad y la eleva-
da humedad atmosférica se convierte en niebla.
En las viviendas, la humedad existente se deposita preferentemente en las ventanas y
paredes exteriores o bien en lugares con ventilación insuficiente. La consecuencia es el
deterioro del clima de la vivienda hasta llegar a la formación de moho en paredes, mue-
bles, etc.
Si una aireación regular y suficiente y/o calefacción no producen el resultado deseado,
habrá de reducirse la humedad atmosférica con un deshumectador eléctrico de aire.
Funcionamiento y utilización
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