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• Los alimentos, una vez descongelados, no se pueden congelar de nuevo
previa cocción.
• Los contenedores de gases inflamables o de líquidos, por efecto del frío
pueden perder su estanqueidad. ¡Peligro de explosión! No guardar nunca
contenedores con sustancias inflamables, como por ejemplo aerosoles,
encendedores y cartuchos de abastecimiento, etc. en el frigorífico.
• Las botellas y las latas no se deben poner nunca en el congelador. Pueden
explotar tan pronto se congela su contenido, mientras que los líquidos
que tienen anhídrido carbónico (bebidas con gas) ¡pueden llegar a estal-
lar! No poner nunca en el congelador limonada, zumos de fruta, cerveza,
vino, cava, etc. Hacen excepción: las bebidas superalcohólicas que se pue-
den poner en el congelador.
• Envolver herméticamente los alimentos antes de congelarlos, para evitar
que se sequen, pierdan el aroma o que los sabores se mezclen con los de
los otros alimentos congelados.
Atención! No tocar nunca los productos congelados con las manos moja-
das. La piel podría pegarse al producto.
1. Poner los alimentos empaquetados en los cajones. Poner los alimentos fre-
scos a congelar en el cajón superior, junto a la masa eutéctica. Los alimen-
tos no congelados no deben entrar en contacto con los ya congelados, de
los contrario los productos congelados podrían descongelarse en algunos
puntos.
2. Si se desea una congelación rápida de los alimentos o si se desea utilizar la
cantidad máxima, apretar el interruptor climático 12 horas antes de poner
los alimentos. Acordarse al final del proceso de congelación de apretar de
nuevo el interruptor climático, para evitar un consumo inútil de energía. La
luz chivato incorporada se apaga.
3. Poner los productos congelados a ser posible separados en los cajones.
Calendario de congelación
• Los símbolos en los cajones indican diversos tipos de productos a congelar.
• Las cifras indican el periodo de almacenamiento, en meses, para cada tipo
de producto a congelar.
• Si vale el valor superior o el valor inferior del periodo de almacenamien-
to indicado, depende de la calidad de los productos alimentarios y del tra-
tamiento a que han sido sometidos antes de la congelación. Para los ali-
mentos notablemente grasos, vale siempre el valor inferior.